22-09-2025 Redacción
Fotos: Pere Vilalta Torné.
El acierto por parte de los organizadores de la Festa al Cel, eligiendo Salou para llevar a cabo el airshow, la climatología que apesar de los pronósticos de lluvia intensa, fue buena, han sido las claves que sin duda que han contribuido al notable éxito de esta primera edición. La afluencia masiva de público en la playa y parte del paseo de la capital de la Costa Daurada, según los primeros datos estimados por el propio Ajuntamiento de Salou, 300.000 personas disfrutaron del evento.
Salou, después de este histórico fin de semana aeronáutico, entra de lleno en el panorama europeo de festivales aéreos, y lo hace con nota muy alta. Hace un siglo el aviador francés Lucien Demazel fue el primero en sobrevolar la capital catalana, desde entonces salvo avionetas remolcando carteles publicitarios, pocos aviones se han exihibido frente la playa principal del municipio. Pese a la poca tradición aeronautica de Salou, podemos afirmar que se han girado las tornas, su alcalde Sr. Granados ha manifestado su intención de convertir a la ciudad en un importante centro de la aviación nacional y europea, año tras año. Su intención no solo pasa por consolidar el certamen y repetir el proximo año. Trasciende mucho más, exite la voluntad por parte del consistorio en convertir en Salou en la sede permante de la Festa del Cel.
CLAVES DEL EXITO
El ayuntamiento de Salou lleva muchos años invirtiendo para desestacionalizar el turismo de verano y alargar la temporada. Para ello organiza eventos deportivos, incluso internacionales como fue el final del Rallye WRC. Cuenta con muy buena infraestructura hotelera, y experiencia adquirida en la organización de eventos de categoría.
La patrocinio por parte de Port Aventura, es un gran empujón, para la organización, un apoyo que destaca con respecto a pasadas ediciones realizadas en otras localidades.
La proximidad del Aeropueto de Reus para estacionar aviones, y gestionar los tráficos de entrada y salida de la caja de exhibición, esto otro factor determinante de cara a la elección.
Por ultimo la bonanza climatologia del lugar, que suele ser apacible principalmente en estas fechas.
LA FESTA DEL CEL UN AIRSHOW CON SOLERA
Diferentes visicitudes, principalmente el COVID19 en 2020 han provocado que el festival aereo no se haya desarrollado durante cinco años. Ha vuelto y lo ha hecho con fuerza y energias renovadas.
Conviene recordar que es uno de los certamenes pioneros en España.
El Sr. Salvadó, presidente del Real Aeroclub Barcelona-Sabadell de vuelo por radio control, propuso realizar una pequeña exhibición de vuelo de modelos a escala dentro del marco de las fiestas de la ciudad. La acogida por parte del público fue tan notable que, al año siguiente, se decidió ampliar la propuesta con la participación de aviones reales, gracias a la colaboración del Aeroclub Barcelona-Sabadell.
Así nació la Festa al Cel como espectáculo aéreo abierto al público, y comenzó a crecer progresivamente, incorporando la participación del Ejército del Aire, la Armada Española, el Ejército de Tierra, empresas del sector aeronáutico, campeones de vuelo acrobático, así como equipos civiles y militares internacionales.
LA EXHIBICIÓN.
Según fuentes del ayuntamiento de Salou, unas 300.000 personas han pasado este fin de semana, por la playa de Salou, para ver el espectaculo aéreo, donde hemos podido ver diferentes tipos de aviones.
Desde principios de siglo XX, aviones que se conservan en vuelo grácias a la Fundació Parc Aeronàutic de Catalunya (FPAC). Como los Casa 1131 E 2000 Jungmann, una Zlin 526 y una Dornier Do-27.
Del sector de la enseñanza pudimos ver volar diferentes avionetas Cessna 152, 172, 182 y Tecnam 2006T pertenecientes al aeroclub de Sabadell, junto a paramotores del club ULM Vallmoll.
La presencia internacional, vino dada por una pareja de Grob 109B de la patrulla Aerosparx, que con su pirotécnia dieron luz a los cielos de Salou, ya entrada la noche del sábado. La representación francesa llegó por el OV-10B Bronco que proviene de Musée Européen de l'Aviation de Chasse de Montelimar. Y que era un avión que empezó a volar a mitad de los años sesenta, y que se utilizaba en la lucha contra la guerrilla o grupos subersivos.
La parte que hizo vibrar más a los espectadores fueron los jets de la fuerza aérea española, que con sus pasadas a gran velocidad, retumbaron sobre el cielo de Salou, hablamos del F-18 y del EF-2000 Eurofighter.
El Ejército de Tierra, colaboró en la espectacularidad del evento, con el Eurocopter EC-665 Tigre y el modernizado C-47F Chinook, de donde salieron diferentes operativos de las fuerzas especiales en una rib, para simular el ejercicio de un escate de un rehén. Para dicho ejercicio el Chinook tuvo casi que posarse encima del agua.
En representación del transporte, tenemos por la parte civil la aparición de un Airbus A320 de la compañía Vueling y por la parte militar pudimos ver las evoluciones de un Airbus A400 Atlas del ejército del aire español.
Otras de las apariciones estelares, fueron las de dos pilotos del mundo en acrobacia aérea, como son Juan Velarde y Castor Fantoba, a bordo de sus respectivos Zivko Edge 540 y el Sukhoi-26. Que no dejaron indiferentes a nadie.
No nos podemos olvidar de los que vigilan nuestras costas y los bomberos del aire, hablamos del AW-139 de Salvamento Marítimo, que hizo un ejercicio de rescate de un tripulante de un barco, el sábado, y el domingo el rescate fue en el agua. También aparecieron dos AT802F Air Tractor de la Generalitat de Catalunya, para hacer una demostración de lanzamiento de agua, sobre un supuesto punto de fuego.
Para terminar, hubo dos patrullas del ejército del aire, la Papea, donde cinco paracaidistas se lanzaron desde un C-295M y la Patrulla Aspa con sus EC-120B Colibrí. Dando el colofón final al espectaculo aéreo.
En conclusión, se ha recuperado un espectáculo aéreo, que esperemos siga perdurando en el tiempo.